Quedarán para lo que resta:
El sabor a fresa de tus besos,
El calor de tu cuerpo desnudo,
Tu sonrisa, tu voz, tus ojos,
Y la emoción de tu presencia.
Quedarán para lo que resta:
La fragancia tuya – Rosa Viva,
La profunda pasión de la noche,
La sutil ternura de tus manos,
Y el largo silencio de tu mirada.
Quedarán para lo que resta:
La figura de una mujer divina,
Las huellas de sus rodillas,
Su espalda, sus tiernas caderas,
Y el lento remar de un gran amor.
Quedarán para lo que resta:
El verte dormida en mi cama,
Tu preocupación porque yo venga,
Los tiempos de total entrega,
Y también, la hora de la despedida.